salio a la calle el poeta,
el cielo estaba nublado,
y se anunciaba tormenta.
Su rostro desencajado
y temblorosas sus manos,
sus ojos ya cristalinos
de lágrimas empapados.
Miraban, al cielo confuso,
y disimulando el llanto,
esperando a sus verdugos...
anduvo el poeta pensando.
¿Que pecado cometí?
para pagar con la muerte,
tan solo sentir amor...
Que cara pagó su vida,
al amor y desamor,
a sus amores prohibidos...
y que tan bien, expresó.
Con su pluma, su tintero,
y sangre del corazón.
Ya por fin, cayó el poeta,
al suelo se desplomó,
y su sangre roja grana
con el barro se mezcló.
Y su rostro alzado al cielo,
implorando su perdón,
al único justiciero...
de la muerte y del amor.
Ya por fin, cayó el poeta,
al suelo se desplomó,
y nadie fue conmovido...
la tierra se estremeció.
Se ame, como se ame,
el amor... siempre es amor.
@Marichu
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